lunes, 16 de abril de 2012

La Auto-Observacion

 La autoobservación ♥ ♥ ♥
La autoobservacion permite la entrada automática de más presencia en nuestras vidas. Si nos centramos excesivamente en los objetivos futuros o en las metas, quizá porque estemos buscando la felicidad o la realización, dejamos de honrar el ahora y convertimos en prioritario lo periférico, intentando llegar siempre a un lugar distinto de aquel donde estamos. Emplazando la felicidad continuamente a un tiempo inexistente. La vida pierde así la cualidad vibrante, la frescura, lo maravilloso y la mente crea una obsesión en la que el futuro sirve para escapar continuamente, convirtiendo al presente en algo insatisfactorio. Entra, por contra, en la puerta que conduce a la vida. Se llama el ahora. Averigua si tienes algún problema en este momento y observarás que es imposible tenerlo cuando tu atención está centrada en el momento. Tan solo encontrarás una situación que tiene que ser afrontada o aceptada, eso sí. Pero ¿por qué convertirla en un problema?

Las dimensiones intemporales están acompañadas por otro tipo de conocimiento, un conocimiento que no mata el espíritu que habita en cada criatura y en cada cosa. Un conocimiento que no destruye la sacralidad y el misterio de la vida, sino que muestra un profundo amor y reverencia por todo lo que es. Un conocimiento del que la mente no sabe nada.

Rompe la vieja estructura de resistencia al momento presente, de negación del presente. Convierte en práctica el hecho de retirar la atención que prestas al pasado y al futuro cuando no sean necesarios. Sal de la dimensión temporal lo más posible en tu vida cotidiana.

Si te resulta difícil entrar directamente en el ahora, comienza observando tu habitual tendencia mental a escapar de él. Observarás que el futuro suele imaginarse como mejor o peor que el presente. Si el futuro imaginario es mejor, te da esperanza o expectativas placenteras. Si es peor, crea ansiedad. Ambas son ilusorias.

La autoobservación permite la entrada automática de más presencia en tu vida. En el momento de darte cuenta de que no estás presente, estás presente. En cuanto eres capaz de observar tu mente, ya no estás atrapado en ella. Ha entrado en juego otro factor que no es mental: la presencia del testigo.

Mantente presente como observador de tu mente, de tus pensamientos y emociones, así como de tus reacciones a las diversas situaciones. Interésate al menos tanto por tus reacciones como por la situación o persona que te hace reaccionar.

Nota también cuántas veces tu atención se va al pasado o al futuro. No juzgues ni analices lo que observas. Contempla el pensamiento, siente la emoción, observa la reacción. No las conviertas en un problema personal. Entonces sentirás algo más poderoso que cualquiera de las cosas observadas: la presencia misma, serena y observante, que está detrás de tus contenidos mentales; el observador silencioso.

Se necesita una intensa presencia cuando ciertas situaciones provocan una reacción muy cargada de emoción, como cuando tu
auto-imagen se ve amenazada, cuando te topas con un desafío existencial que te da miedo, cuando las cosas van mal o surge un complejo emocional del pasado. En todos estos casos, tiendes a volverte inconsciente. La reacción o la emoción se apodera de ti: te conviertes en ella. Eres el actor que la representa. Te justificas, acusas al otro, atacas, te defiendes... pero no eres tú: es una pauta reactiva, es la mente en su modalidad habitual de supervivencia.

La identificación con la mente da a ésta más energía; la observación de la mente le quita fuerzas. La identificación con la mente crea más tiempo; la observación de la mente te abre a las dimensiones intemporales. La energía retirada de la mente se convierte en presencia. Si puedes sentir lo que significa estar presente, resulta mucho más fácil elegir salir de la dimensión temporal -cuando no necesitas el tiempo por motivos prácticos- y entrar profundamente en el ahora.

Esto no reduce tu capacidad de usar el tiempo -pasado o futuro- cuando tienes que referirte a él por alguna causa concreta. Tampoco reduce tu capacidad de usar tu mente; de hecho, la aumenta. Cuando utilices la mente, ésta será más aguda, estará más enfocada.

El principal foco de atención de la persona iluminada está siempre en el ahora, aunque sigue manteniendo una conciencia periférica del tiempo. En otras palabras: continúa usando el tiempo del reloj, pero es libre del tiempo psicológico.

AMOR, LUZ, Y BENDICIONES ILIMITADAS PARA TU SER ♥ ♥ ♥
 
By: Ma Isabel Chavez Resendiz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario