sábado, 4 de febrero de 2012

Apropósito de la Era de Acuario. 2da Parte.


Las Eras anteriores
La Era de Leo: Según creen los estudiosos de la prehistoria, en este período se adoraba al Sol, regente del signo de Leo, como divinidad. Son de esta época, según los arqueólogos, los templos de la ciudad de Tiahuanaco, a orillas del lago Titicaca, en los Andes. Aún se conserva un vestigio de entonces: la llamada Puerta del Sol, una gran puerta en Tiahuanaco. También en los Cadas de la América precolombina y en los Vedas hindúes se hallan referencias a un culto solar, situado en este momento prehistórico.

La Era de Cáncer:
En este período, predomina la adoración a la diosa madre, cuyo símbolo era la Luna, que rige al signo de Cáncer. Por otra parte, en ese momento se desarrolla la agricultura, lo que propicia el sedentarismo y la creación de ciudades-estado, como Jericó. Paralelamente, aparece la cestería, la cerámica y el tejido. Todo ello, se relaciona con el signo de Cáncer.

La Era de Géminis: Se observa la presencia de varias divinidades dobles, como Ormuz y Ahrimán, en Persia, o Cástor y Pólux, en Grecia. Aparecen las primeras embarcaciones, lo cual posibilita los desplazamientos cortos a través de pequeñas superficies de agua. Esto último, puede relacionarse claramente con el signo de Géminis.

La Era de Tauro: En Egipto y en todas las regiones de Asia Menor dominaba el mitraísmo en este período, cuyo animal sagrado era el buey Apis, los egipcios, existía  el mito del toro Apis, quien era la representación del divino esposo de la vaca sagrada. Este toro era adorado como un Dios viviente, y cuando moría, se le rendían pompas fúnebres como a un Faraón, siendo también momificado. Cerca de las Pirámides de Sakkara, se encuentra el lugar destinado supuestamente para los restos de los famosos toros Apis Simbolo de la energía creadora del ser humano, que puede ser canalizada sabiamente a través de claves y técnicas que pueden aprenderse en los estudios de gnosis.. También hallamos el culto al Minotauro, al dios taurino de Creta y a Pasifae, la vaca divina de Grecia. La leyenda del Becerro de Oro semítico, es de este período, así como el dios toro Obeid, en Sumer. Es el emblema del Toro el eje de todos los cultos y adoraciones, el dios de todas las religiones en zonas como Siria, Persia y Asiria. En esta época, a partir de una metalurgia rudimentaria, se obtiene por vez primera el cobre y el bronce (aleación de cobre y estaño). Nótese que astrológicamente, el cobre está relacionado con Venus, regente de Tauro.

La Era de Aries:
En esta época, aparece en las mismas regiones la supremacía espiritual de Amon-Ra, el dios solar egipcio con cabeza de cordero. Nace el culto al Vellocino de Oro. Moisés, ofrece una nueva religión a los hebreos, tomando como símbolo al cordero. Las guerras entre pueblos o naciones, marcarán fuertemente esta Era, dominada también por conquistas y colonizaciones diversas. La historia ha dejado para la posteridad numerosas batallas y guerras famosas, como la Guerra de Troya y grandes guerreros, como Alejandro Magno. Grecia coloniza las costas mediterráneas. Tiranías griegas. Roma desarrolla la legión. La influencia de Aries, flota en el ambiente durante más de 20 siglos. Cabe destacar otra manifestación ariana, que aunque es competitiva no es bélica: la creación de los Juegos Olímpicos en Grecia. Otro hecho que encaja perfectamente en este período, es el nacimiento de la técnica de fusión y carbonización del hierro que, como es sabido, es un metal que se relaciona con Marte, regente de Aries.

La Era de Piscis (AC al 1962):
Nace Jesucristo y, tras esta figura histórica, se funda el Cristianismo. Se difunde ampliamente la religión cristiana, que ya desde un principio se representa por los peces, símbolo de Piscis. Existen numerosos grabados que así lo atestiguan. Los peces, aparecen también en diferentes pasajes de la Biblia, como la multiplicación de los panes y los peces, la red barredera que recoge peces de toda suerte o el conocido pasaje de la pesca milagrosa, donde Jesús le dice a Simón: "...en adelante vas a ser pescador de hombres". Más aún: las características del signo de Piscis, están estrechamente relacionadas con el espíritu del Cristianismo: bondad, caridad, entrega, sumisión o sacrificio. Y cabe destacar también que durante casi veinte siglos, Occidente se vertebrará a partir del Cristianismo: la política de estados, con numerosas guerras religiosas, el pensamiento y la filosofía, el arte o la fuerte influencia en la misma sociedad, que condicionará la actitud del individuo, noble o plebeyo. El Cristianismo, también se exportó y afectó a otras zonas geográficas: en forma de aventuras bélicas, como las cruzadas o en capítulos que han marcado un profundo surco en continentes enteros, como en el caso de la colonización de América. Es notorio que a partir de finales del siglo XIX, principios del siglo XX y hasta el momento presente, en los primeros años del siglo XXI, el movimiento cristiano ha ido perdiendo fuerza lentamente. Con la llegada de las primeras señales de la nueva Era, Acuario, el poder e influencia del Cristianismo se reduce paulatinamente: es la señal de que una nueva Era ha llegado.

La Era de Acuario (aprox. 1962 al 4062): el nuevo paradigma La Era de Acuario es el nuevo paradigma.Como paradigma, entendemos a un modelo de pensamiento determinado, a una concepción concreta de la realidad que nos envuelve, a nivel colectivo. Forma parte de una generación o de una civilización determinada y, aún esencialmente inconsciente para el ser humano, esta visión existencial condiciona la vida en la Tierra, envolviendo todo lo que afecta a nuestra especie, a nivel global.
El inicio de la Nueva Era, del cambio de paradigma, se realizó el 4 de Febrero 1962. Sin embargo, es comprensible que compartimentando la Historia con estos macro períodos exista un márgen de tolerancia para su inicio y fin. Así, lo que definimos como período de influencia mixta es un lapso de tiempo intermedio, a nivel de significado astrológico; es decir, al principio y al final de cada Era hallamos una doble influencia: la del signo saliente y la del signo entrante.
En el período que nos ocupa, ya desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX encontramos indicios del cambio de Era, pero mezclados todavía con elementos de la anterior Era: Piscis. Y así sucederá allá por el 4062, cuando Acuario de paso a Capricornio. De esta manera, el paso del siglo XIX al siglo XX marca la frontera teórica, la línea tenue y difuminada, casi imperceptible, a partir de la cuál nace una nueva época para el ser humano. Y esto ha sido visible paulatinamente, cobrando cada vez más fuerza conforme se ha avanzado hacia adelante en el tiempo. Y bien, ¿qué sucedió alrededor del año 1900 que significara un punto de inflexión histórico para los habitantes del planeta Tierra?

Astrológicamente, existen una serie de adelantos científicos y tecnológicos que, sin ser debidos exclusivamente al cambio de Era, sí que actúa esta, la nueva Era de Acuario, como telón de fondo y decorado de los mismos, haciendo que estos sean posibles y, sobre todo, dándoles una trascendencia histórica y un empuje, en relación a la aceleración vertiginosa de los mismos, prácticamente sinérgica, que no tendrían por sí mismos, amparados únicamente por el ciclo planetario que los respalda: el ciclo Neptuno-Plutón, iniciado en el signo de Géminis.
No es necesario profundizar en este apartado astrológico para explicar y demostrar esta realidad, ni tampoco es conveniente hacerlo, por su complejidad, estos cambios a los que hago referencia y que enumeraré a continuación, juegan un papel de bisagra en el cambio al mundo moderno, tal y como la historia puede atestiguar. El alcance de estos adelantos e innovaciones, es muy importante y, sobre ellos, se edificó en su momento lo que es ahora nuestro mundo contemporáneo. Cambios como la turbina de vapor, los primeros planeadores tripulados –inicio de la era aeronáutica-, los dirigibles,la radio, la cinematografía, el motor diesel o los Rayos X, La historia considera al descubrimiento de los Rayos X como el inicio de la “segunda revolución científica”. En esta época también encontramos a Marie Curie investigando la radiactividad, al español Torres Quevedo inventando perfeccionadas máquinas de cálculo –verdadero inicio de la computación moderna- y, entre otras novedades de la ciencia, un hecho que por sí solo justifica todo lo dicho: el nacimiento de la “Teoría del Cuanto”, en el año 1900. Enunciada por Max Planck, esta teoría dará paso a un nuevo concepto de la física, mucho más evolucionada y sofisticada a partir de entonces. Será llamada “física moderna” toda el desarrollo posterior de esta disciplina y, “física clásica” toda la anterior. Obviamente, las ideas de Planck cimentaron el trabajo posterior de Albert Einstein, crucial en la historia de la ciencia, que vio el nacimiento de la Teoría de la Relatividad. Sobra decir que todos estos cambios, puramente ACUARIANOS, han cambiado para siempre el curso de la historia, transformando la sociedad y llevando a la Humanidad a un punto sin retorno en la evolución futura de nuestra especie, habitante del planeta azul. El inicio de la era atómica, que podemos situar en 1942, año en que el físico Enrico Fermi consigue por primera vez una reacción de fisión controlada, fue posible gracias al trabajo pionero de visionarios como Max Planck o Albert Einstein. Es precisamente la era atómica un punto de inflexión histórico valorado por autores solventes, intelectualmente hablando, como el gran divulgador científico del siglo XX Isaac Asimov. En su colosal obra Cronología del Mundo, este autor de origen ruso afirma lo siguiente: “…si alguna vez hubo una discontinuidad en la historia, esta se produjo en 1945”. por primera vez en la historia, la Humanidad dispone de tecnología y armamento nuclear capaz de hacer desaparecer al planeta en un corto espacio de tiempo, borrando por completo a lo que entendemos por civilización, destruyendo la vida en la Tierra y el mundo en el que vivimos. Más aún, como afirma este conocido divulgador científico, antes del siglo XX los procesos productivos del Hombre no comprometieron al planeta azul; sin embargo, con el cambio de siglo se ha hecho evidente que la industrialización, que ha comportado el uso de combustibles fósiles, ha propiciado el fenómeno de la contaminación del medio ambiente y del calentamiento global. Por primera vez en la historia, la habitabilidad del planeta Tierra empieza a estar en entredicho.

completa este cuadro, realista más que pesimista, recordando que el aumento exagerado de la población mundial, la desaparición de bosques, selvas y zonas vírgenes o la extinción de numerosas especies animales, se deben a la mano del hombre. Y ello, sin insistir en otras plagas del siglo XX: la violencia injustificada o las drogas. Lo más interesante son dos puntos que entroncan claramente con la Era de Acuario, que toma el relevo de Piscis en el siglo XX. Dice este prolífico escritor: “…a lo largo de toda la historia de la civilización hasta 1962 ha habido una tendencia al crecimiento imperial, con la constitución de entidades políticas más y más extensas. Desde 1945, y en un brevísimo período, todos los imperios ultramarinos europeos se han disgregado, y docenas de países del “Tercer Mundo” han alcanzado la independencia. (Una generación más tarde, también el Imperio soviético se vino abajo). En cierto modo, esto representa una “explosión de libertad”…”. ¿no es acaso esa “explosión de libertad” compatible con los nuevos tiempos, congruente con el signo de Acuario, que tanto nos habla de liberación, de libertad?. Este proceso ha continuado más aprisa que nunca, y nuevos fenómenos de posguerra como los ordenadores, la televisión, los reactores, los vuelos espaciales y las técnicas médicas ofrecen alguna esperanza (…) Antes de 1962, los avances tecnológicos se difundían, a partir de su punto de origen, con la suficiente lentitud como para que los cambios pudieran ser asimilados sin demasiado trastorno. Desde 1962, los avances se extienden por el mundo casi de inmediato Y ahora cabe añadir lo siguiente: ¿acaso esta vorágine de avances, este espiral de adelantos científicos y tecnológicos que nos atropella, en el buen sentido de la palabra, no está en la línea del cambio acuariano? ¿no es Acuario el signo que se relaciona con todo tipo de cambios inesperados, súbitos, especialmente si estos tienen que ver con nuevas tecnologías o avances científicos?.

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